martes, 15 de marzo de 2016

Concentración contra los acuerdos de la Unión Europea con Turquía sobre refugiados


COMUNICADO DE LA CONCENTRACION CONTRA EL ACUERDO CON TURQUÍA SOBRE REFUGIADOS, UNA DE LAS PAGINAS MAS NEGRAS DE LA UE.

La crisis de asilo y refugio ha puesto sobre las cuerdas a las instituciones y los gobiernos europeos. Hasta ahora su incapacidad para actuar ha sido manifiesta. El cierre unilateral de fronteras y la negativa a cumplir con los compromisos de realojo acordados no solo ha sembrado la división, sino que está reforzando las propuestas xenófobas y populistas.
La externalización de fronteras es una práctica extendida en la Unión Europea. En el Estado Español ya sabemos hace tiempo que Marruecos es el guardián de nuestra frontera sur. Es el encargado de controlar los flujos migratorios que pasan por su país destino a Europa. Libia también fue durante años un país que servicia a los intereses europeos, gracias a los campos de detención que albergaron a miles de subsaharianos.
Hoy se repiten estos acuerdos. Aunque el protagonista es el Presidente de Turquía, acuerdos que firman con los jefes de la Estado y de Gobierno de la UE sin avergonzarse.
Este pacto es sin duda una de las páginas mas negras de la Unión Europea y desde hoy mismo tendremos que exigir a aquellos que lo firmen que respondan ante la justicia.
6.000 millones es lo que le cuesta a Europa la vida de las personas. Nos desharemos de migrantes y refugiados, y quedaremos exentos de cumplir acuerdos internacionales a cambio de unos millones de euros.
El pacto EU-Turquía anula, el convenio sobre el estatuto de los refugiados aprobado en 1951 en la convención de Ginebra, que prohíbe la expulsión colectiva y que garantiza el asilo como derecho para cualquier persona independientemente de su nacionalidad.
La  Unión Europea  considera a Turquía un país seguro para las refugiadas y los refugiados, esa es la trampa. Pero obvia todas las manifestaciones y alertas internacionales (Médicos Sin Fronteras, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados que censuro el acuerdo en el Parlamento Europeo) por la sencilla razón de que un país donde no hay unas mínimas garantías de cumplimiento de los derechos humanos no puede ser considerado un país seguro para refugiadas y migrantes.
La UE está condenando en la práctica, a las personas que huyen del hambre, de dictaduras crueles o de la guerra a sobrevivir en un agujero negro: Todas las personas que sean interceptadas en el Egeo, que lleguen o hayan llegado a Grecia serán devueltas a Turquía, sin saber nada de lo que las sucederá una vez estén en territorio Turco. Y todas y todos seremos cómplices sino nos oponemos enérgicamente.
Seis meses después del anuncio de reubicación de 160.000 refugiadas y refugiados desde Grecia e Italia, sólo 200 han sido realojados. No hemos cumplido con el plan inicial y este segundo plan sólo tiene beneficios para Turquía. A la factura de los 6.000 millones de euros se le sumará el acuerdo tácito para que la UE continúe haciendo la vista gorda ante la masacre del pueblo Kurdo o la represión y la falta de libertades en Turquía, también nos podemos enterar en breve de espaldarazo para acelerar la entrada de Turquía en la UE.
La situación es inadmisible. Se han perdido una enorme cantidad de vidas y está en peligro la identidad europea, sino es capaz de gestionar esta crisis a la altura de sus valores.
El primer principio de actuación debe ser el de salvar vidas. Ese principio debe de orientar la actuación de los responsables de fronteras y el quehacer de la diplomacia europea , estableciendo mecanismos efectivos y garantizar el cumplimiento de sus obligaciones internacionales y, a la vez ser un espacio de libertad y seguridad.
Los estados miembros deben de cumplir los compromisos de reubicación adquiridos , que son imprescindibles para garantizar el flujo de refugiadas y refugiados de forma equitativa y solidaria. No existen razones ni excusas para incumplirlos. La desidia de los gobiernos y la debilidad de la Comisión Europea no son más que muestras de insolidaridad.

Hasta la fecha, España ha sido un protagonista muy marginal en esta crisis. Nuestras cifras de asilo y refugio son vergonzosas. La sociedad civil, los municipios y las comunidades autónomas han ido por delante del gobierno, que no ha realizado ningún esfuerzo. Debemos recordar que la “marca España” también se construye desde el compromiso ético con la justicia y la solidaridad en nuestro entorno, por lo que instamos al gobierno en funciones y al próximo a que asuman un papel de liderazgo  que esté a la altura de las circunstancias.

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