
La Eucaristía fue el comienzo de este
encuentro festivo en el que compartimos la Vida y se nos urgió a dar vida
generosamente y con la alegría de saber que Dios ha visitado a su pueblo.
También Maite al final nos invitó a dar
gracias por los 100 años de vida del colegio de León, por este centenario en
que recordamos “tanta vida nacida, crecida y celebrada aquí”.
Un
abundante ágape propició ese otro tipo de encuentros y saludos que siempre favorecen lo conversaciones
informales y la cercanía de personas.


Anuncia de Vega