Iglesia en León, en su publicación de la segunda quincena de marzo de 2017 publica en siguiente artículo:
Cien años de la Institución Teresiana Hace ya un siglo desde
que la Institución Teresiana, en el año 1917, iniciara su andadura en la ciudad
de León, abriendo una Academia-Internado en la Calle Alfonso XIII, hoy
denominada Calle de La Rúa. De esta forma, León se convertía en una de las
primeras ciudades (la séptima) en ver nacer una iniciativa generada por San
Pedro Poveda, que tuvo incidencia directa en la promoción de la mujer, en unos
tiempos en que se cuestionaban los límites de sus libertades, así como de
contribuir a dar respuesta a los retos de la educación desde los valores del
humanismo cristiano. En 1926 este Centro educativo se establece en la Calle
Pablo Flórez, ya en el lugar donde hoy encontramos el Colegio Santa Teresa de
León, que es la presencia institucional más conocida en esta ciudad.
Pero aparte del Colegio, continúa presente en la ciudad la
labor de hombres y mujeres, miembros de la Institución Teresiana, que tenemos
un proyecto común de misión dentro del que promovemos experiencias de fe,
encuentros celebrativos, actividades culturales y solidarias. Este proyecto
común lo abordamos de forma comunitaria, con grupos en muy diversas áreas: de
solidaridad, de jóvenes, de oración, de diálogo y reflexión sobre fe y
actualidad, de diálogo interreligioso. También con proyectos de carácter
socioeducativo, de emprendimiento social, con inmigrantes, solidarios…, entre
los que hay que destacar a InteRed, como ONG para el desarrollo patrocinada por
la Institución Teresiana.
Otro aspecto de la Institución poco conocido es que todos
sus miembros son seglares, organizados en asociaciones, destacando además de la
asociación primaria con la que se inició la institución, las asociaciones ACIT,
formadas por hombres y mujeres, de los más diversos sectores profesionales y
sociales, que tratan de comprometerse con este carisma desde su realidad
inmediata y cotidiana.
Es en nuestros encuentros como familia donde compartimos
nuestras experiencias, nos formamos, desarrollamos nuestros proyectos y
celebramos la vida, pero también nos es muy importante el tratar de colaborar
con otros muchos grupos, en la Iglesia y en la sociedad, como ACCEM a través
del proyecto socioeducativo Alvar, en la plataforma de ayuda a refugiados; en
la Unidad Territorial de ONGDs (desde InteRed); en la Delegación del Apostolado
Seglar, Pastoral Familiar, en colaboración con las ONGs de la ciudad...
Y no menos importante son las presencias que, a nivel
personal, tienen los miembros de la Institución en Parroquias, en equipos de
Liturgia; de Catequesis; de Pastoral; en grupos de familia; con Cáritas;
iniciativas culturales; entidades vecinales y políticas, etc.
Desde esta diversidad enriquecedora, desde este proyecto
común, tratamos de sumarnos a todo lo positivo que podamos encontrar en nuestra
ciudad, para contribuir a que sea más justo, más solidario y más humano, desde
ese humanismo cristiano que preconizaba San Pedro Poveda.
Jesús Morala